El curso impulsa a pensar y hacer desde la perspectiva de un docente innovador, observador participante ante los cambios que proponen estos tiempos de incertidumbre y, muy especialmente, críticamente sensible a los efectos que se operan en la sociedad y en la educación. No ofrece mágicas y versátiles guías didácticas, sino puntos estratégicos desde donde enfocar y viabilizar la praxis educativa.

Asimismo, apela y promueve la duda como estrategia para subvertir ideas anquilosadas y cuestionar un estatus quo pedagógico con el que se pretende interpretar a la tecnología educativa. Por tal motivo, el primer cuestionamiento es hacia la propia asignatura para, a partir de esa controversia, debatir conceptos, roles y lugares de empoderamiento.

Tecnología educativa